Cuando preguntamos a alguien en Zaragoza por un mercadillo, sin dudarlo nos envía al que está ubicado en los alrededores del Pabellón Príncipe Felipe –anteriormente en Romareda-. Sin embargo, ése no es el único paraje que cuenta con este tipo de venta ambulante.
La plaza San Bruno todos los miércoles y domingos por la mañana acoge un mercadillo muy peculiar que muchos ciudadanos desconocen. Las calles posteriores a la catedral de La Seo se transforman esos días en una mezcla de culturas y en una máquina del tiempo.
La infancia también tiene cabida en este mercado. Milagros y su hija Marta llevan toda la vida dedicándose al pequeño negocio familiar. Pero en esta ocasión ese trabajo es muy peculiar, se trata de confeccionar juguetes artesanales a partir de distintos patrones. En este video podréis contemplar algunos de los originales muñecos de lana que ellas mismas tejen.
El puesto de Benito Josa es uno de los que más reclama la atención del público. En él puedes encontrar cámaras fotográficas, cuchillos e incluso máquinas de escribir que datan de principios de siglo. Una auténtica maravilla al alcance de muy pocas personas. Aquí os dejo un regalo, espero que os guste.